Lluvia.

Lluvia. Lluvia. Lluvia.

Si decides ponerte guapa e ir  a la peluquería un día de invierno que parecía que no iba a llover, cuando sales por la puerta con ganas locas de comerte el mundo, cae el diluvio universal. Te metes en cualquier sitio techado, esperanzada en que pare pronto para poder lucir tu melena. 

En primavera te levantas y hace un día espectacular, te pones tus primeras prendas coloridas con las sandalias nuevas que dejan al descubierto tus pies blancos debido a los zapatos tan cerrados del invierno, y ¿entonces que? !llueve!. Y así un sin fin de situaciones mas que nos ha pasado a muchos. Pero con la lluvia no solo pasan cosas malas, para mi, con la lluvia pasan las mejores. Con la lluvia se pueden llegar a pasar por todos los estados de animo, desde el odio con las cosas que he escrito antes, hasta el amor, con las que voy a escribir ahora.

1- Tener una cita con el chico que te gusta, y que de pronto empiece a llover. Correr cogidos de la mano buscando un sitio donde resguardarse. Ahí sin preocuparse de nada, solo de correr agarrados. Felicidad.

2- Bailar bajo la lluvia. Uno de mis sueños es ese. Que llueva, y la persona que esté a mi lado decida poner la música en su móvil y me haga bailar. Es un sueño por cumplir. Amor.

3- Un coche cerrado, sentada relajada. Escuchando caer las gotas en el techo y viendo las gotas hacer carreras por el cristal. Sensación de paz.

4- Besar con el sabor de las gotas del cielo. Tocar el pelo mojado a la vez y sentir la pasión. Olvidarse del mundo, y sentir que estáis solos. La lluvia, él y tu. Pasión.

5- Estar en la playa, y que el caprichoso tiempo decida que es el momento de llover. Muchos recogen y se van. Yo amo bañarme en el mar y que a la vez llueva. Es una sensación maravillosa. Placer.

 La lluvia nos da vida. 

Arrepentimiento

Dicen que el peor arrepentimiento es el de no haber hecho algo que quisiste, porque si no lo hiciste, nunca sabrías como podría haber terminado, pero si lo has intentado, aunque no haya salido como has querido, te quedas tranquilo por haber hecho todo lo que estuvo en tus manos. Cuando no se puede no se puede, no hay más. Cada uno somos dueños de nuestras decisiones, tú respondes por ti, pero no por los demás, ojalá pudiéramos... Si todos dijéramos lo que pensamos y nos dejáramos llevar, todo seria distinto, muy distinto. Cuando esa persona toma la decisión de no seguir o no intentar escribir una historia, no puedes forzarla. Solo tú y esa persona sabéis la verdad. La verdad sobre lo que os habéis podido decir con una sola mirada, cuando os temblaba la voz y hasta la sonrisa al teneros cerca o cuando os mirabais con ganas de devoraros a besos pero habéis pensado que no es lo correcto y os habéis contenido. Es horrible esa sensación de querer besarle, pero no poder hacerlo. Que bonito es sentir esos cosquilleos tan extraños, acostarte con una sonrisa y que sea la ultima persona con la que has hablado la noche anterior. Levantarte, con la misma sonrisa, y lo primero que piensas es en esa persona. Te acuestas planeando mil historias con esa persona, tienes esa ilusión las 24 horas del día  mueres por verle, tenerle y sentirle cerca. La ultima decisión debe tomarse entre los dos, y allí cabe la posibilidad de que la decisión que tomen ambos no sea la misma. Pero aunque todo no sale como hubieras querido, te quedas con lo bueno, que ha sido corto, pero ha creado un sentimiento precioso y es con eso con lo que te quedas. Le deseas lo mejor pensando, 'ojala ese "lo mejor" que pueda sucederle, sea yo'.

Feliz día mamá

Secabas mis lagrimas. Curabas mis heridas con un "sana, sana culito de rana..." y un beso, me preparabas los bocadillos (como solo una madre sabe) para el recreo del cole con todo tu amor. Hacías de cada día un día especial. Me tratabas como a una princesa. 

Por eso hoy quiero homenajearte a ti. La princesa no era yo. La princesa eres tu, que luchas día a día, que ríes aunque no tengas ganas. Que soportas mis malos días, mis cambios de humor. Que estás ahí para abrazarme cuando lo necesito. La que comprende mis sueños y participa en ellos. La que deja que vuele alto, aunque sepa que caeré de bruces contra el suelo. Porque como dices tú: "yo te puedo enseñar, pero la que tiene que aprender eres tú. Aprende que la vida no es fácil y deberás caerte 20 veces,  para saber como es la vida de verdad". 

Gracias mamá, por quererme, abrazarme y enseñarme lo mejor junto a papá. Por hacer mi vida un poquito mas fácil, que ya sabes que yo soy de las que se las complica. 

TE QUIERO MAMA