Me encuentro con la realidad de frente con una bolsa de chucherías en la mano. Una realidad del pasado, y a mi pesar también del presente. Vas por una ciudad en la que se supone que no conoces a nadie, tranquila, sonriendo, pero de frente está la realidad, el amor de tu vida. Nos miramos y agacho la cabeza, muero de dolor. La persona que mas he querido, ese amor de los 15 años está ahí de pie justo a unos metros. Nos miramos muchas veces, pero somos extraños. Unos extraños que no se dedican ni una sonrisa, unos extraños con nombre. Duele mucho haber querido a alguien y ser absolutamente una extraña para el. Duele.
A mi me hubiese encantado acercarme y preguntarle que tal le va todo, que es de su vida y dejar el pasado atrás. Pero sé que me "escupiría" a la cara. No le hice nada para que me odie, bueno si, simplemente lo amé.
Y en esa ciudad en la cual ninguno de los 2 vivimos, nos encontramos de nuevo. Te deseo que seas feliz.
Espero que algún día me perdones por haberte querido tanto.
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